En 2006, durante mi segunda estancia científica en Bochum (Alemania) compartí piso durante seis semanas con un chico de padre iraní y madre alemana. Niku era muy majete, y de vez en cuando me hacía la cena. Fue entonces cuando probé por primera vez el arroz al estilo persa.
Este era un arroz de acompañamiento para la carne o la verdura que hubiera cocinado, pero a mí me sabía tan rico que podía comer sólo eso: arroz. Niku tenía una arrocera eléctrica, y en ella ponía el arroz, que sacaba de un saco de cinco kilos que olía a las mil maravillas, agua, sal, y un poco de mantequilla. Una media hora después aparecía con una especie de torta de arroz, doradita, un poco crujiente, y le ponía por encima una especia de color rojo oscuro. No conseguí memorizar el nombre de la especia, pero ahora en Berlín he encontrado una muy parecida que los turcos llaman Samack. Otras veces le pongo algunas especias, por ejemplo, unos granos de cardamomo, un poco de cúrcuma... Hoy le puse unas hebras de azafrán, y quedó amarillo y muy sabroso.
Parece una tortilla, ¡pero es arroz!
En fin, os cuento cómo se prepara este arroz, y os animo a que lo probéis como acompañamiento de vuestros platos. Ya veréis qué rico queda.
Ingredientes (para dos raciones):
- 1 vaso de arroz basmati
- 2 vasos de agua
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita rasa de mantequilla
Cómo preparar el arroz al estilo persa:
Poner en una sartén antiadherente el arroz, el agua y la sal (y las especias, si queréis ponerle). Remover un poco con una cuchara de palo para que se reparta todo por la sartén. Poner encima la mantequilla.
Tapad la sartén y llevad a fuego fuerte hasta que el agua arranque a hervir. Después bajad el fuego y dejad que se cocine durante unos 15 minutos, hasta que veáis que el arroz ya ha absorbido el agua. Entonces destapad la sartén y subid el fuego durante unos minutos. La idea es que en este punto el arroz se queda sequito, la mantequilla se ha repartido por el fondo de la sartén, y ahora se está formando una costra crujiente y doradita con el arroz que está en la base. Así que es muy importante no remover con la cuchara durante todo el proceso de cocción del arroz.
Una vez que el arroz está seco e intuimos que doradito por debajo, ponemos un plato sobre la sartén y sacamos el arroz como si estuviéramos dándole la vuelta a una tortilla.
Y ya está. Nosotros esta noche lo hemos cenado con unas verduritas asadas y un poco de atún. ¡Que disfrutéis!
Qué interesante, qué original, y qué rico tiene que estar ! Hay que descubrir la cocina de otras culturas, yo tengo muchas cositas pendientes.. este arroz se va a la lista ! :)
ResponderEliminarUn beso