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domingo, 1 de abril de 2012

Alcauciles rellenos


Me encantan los alcauciles.

Nota de traducción: En mi familia las alcachofas se llaman alcauciles, pero sólo cuando se compran frescas; las que vienen en lata, ésas sí son alcachofas.

Como iba diciendo, me encantan los alcauciles: su aspecto de flor, su sabor, sus propiedades depurativas. Pero se han convertido en todo un lujo desde que vivo en Berlín. Aquí se encuentran raras veces, y a precios astronómicos (la última vez me pedían 2€ por pieza) así que me tengo que conformar con las alcachofas de lata.

Hace unos días estuve visitando a mis padres en El Puerto, y cuando vi los alcauciles en la frutería no me pude resistir. Me salté la estricta dieta de pescado fresco que llevo cuando voy a Cádiz y, bajo la supervisión de mi madre, preparé estos alcauciles rellenos. Una receta de mi madre de toda la vida, y que me devuelve a mi infancia. Un plato preparado con calma y con cariño, como se prepara la comida tradicional, la comida "de verdad". Aquí lo comparto con vosotros, y de paso queda anotado en mi diario.


Ingredientes (para tres personas):
  • 3 alcauciles grandes y 4 pequeños (no quedaban más de los grandes en la frutería). Que sean de los verdes, los morados son más prietos por dentro y más difíciles de rellenar.
  • 500 g de carne picada, mezcla de cerdo y ternera
  • 3 patatas
  • 1 cebolla muy grande, o 2 medianas
  • 4 dientes de ajo (2 para aliñar la carne, 2 para el sofrito)
  • perejil
  • 1 huevo
  • sal
  • pimienta negra molida
  • 2 granos de pimienta
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • pan rallado
  • harina
  • aceite (unas 3 cucharadas)
  • leche (unas 2 cucharadas)

Cómo preparar estos alcauciles rellenos:

1- Aliñamos la carne con ajo y perejil muy picaditos, sal, pimienta y huevo.

2- Pelamos los alcauciles: Cortamos el tallo, pelamos la capa exterior y lo reservamos. De la flor, damos primero un corte horizontal para quitar la base (el final del tallo). Vamos retirando luego las hojas exteriores, que están más duras, hasta llegar a las hojas tiernas. Hacemos ahora otro corte horizontal para quitar la punta de las hojas que quedan en la flor. Los alcauciles pequeños los cortamos por la mitad, longitudinalmente.

3- Rellenamos los alcauciles grandes: Con los dedos abrimos un hueco en el centro de la flor y lo rellenamos con una porción de carne picada, apretando con los dedos para que no se salga. Pasamos esta carne del relleno por pan rallado, dándole la vuelta al alcaucil y posándolo en un plato donde habremos puesto un poco de pan. Reservamos.


4- Con el resto de la carne preparamos unas albóndigas: añadimos un poco de pan rallado y leche, hacemos bolitas y las pasamos por harina. Reservar.

5- Pelar las patatas y cortarlas a daditos. Reservar.

6- Ponemos un poco de aceite en una cacerola y lo calentamos. Doramos ahí los alcauciles que hemos rellenado, poniéndolos con la carne hacia abajo. El objetivo es que se forme una costra dorada para que no se salga la carne cuando estemos guisando los alcauciles. Los retiramos del fuego y reservamos.

7- En el mismo aceite sofreímos la cebolla y el ajo picados. Cuando la cebolla esté transparente añadimos también un poco de perejil picado, dos granos de pimienta, una hoja de laurel y una cucharadita de cúrcuma. Removemos para mezclar todo.

8- Ponemos sobre el sofrito los alcauciles con la carne hacia arriba, añadimos los tronquitos que hemos pelado antes, y cubrimos con agua.


9- Cuando el agua esté hirviendo vamos echando en el caldo las albóndigas, de poco en poco (de una en una o de dos en dos) para no romper el hervor y que no se deshagan.

10- Cocer tapado y a fuego medio durante unos 40 minutos. Entonces añadir las patatas y seguir cociendo durante al menos media hora más, hasta que los alcauciles estén bien tiernos.