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sábado, 30 de julio de 2011

Empezando con gorgonzola

Anoche tuvimos una fiestecita en casa de un amigo, y preparamos varias cosas de picoteo. Yo contribuí con unos canapés de gorgonzola en dos versiones: unos con cebolla caramelizada y nueces, y otros con mermelada de pimientos. Los dos tuvieron bastante éxito (no quedó ninguno en el plato) así que os dejo aquí las recetas, por si algún día tenéis ganas de untar cositas en pan tostado.

Tosta con gorgonzola, cebolla caramelizada y nueces



En primer lugar, hacemos la cebolla caramelizada: Pelamos una cebolla y la cortamos en juliana. La ponemos en una sartén con un poco de aceite de oliva, la tapamos y la dejamos a fuego suave durante unos 20-25 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que se quede blanda y transparente. Después añadimos sal, una cucharadita rasa de azúcar moreno, 150 mL de vino blanco y 50 mL de vinagre de Módena, removemos y dejamos a fuego medio-fuerte, destapado, durante unos minutos, hasta que se haya evaporado prácticamente todo el líquido.

Por otra parte, tomamos unos 100 g de gorgonzola (yo tenía piccante, pero quizás quede mejor con gorgonzola dolce), lo ponemos en un plato y lo aplastamos con un tenedor para ablandarlo.
Tomamos unas tostas para canapés y las untamos con una capa fina de gorgonzola. Después con un tenedor cogemos unas tiritas de cebolla y las ponemos encima, formando un nido. Terminamos decorando con un par de nueces enteras.


Tosta con gorgonzola y mermelada de pimientos rojos



Para estas simplemente unté un poco de gorgonzola sobre el pan y puse encima una cucharadita de la mermelada agridulce de pimientos rojos. La combinación es colorida y deliciosa.

viernes, 29 de julio de 2011

Mermelada agridulce de pimientos rojos

Mi madre siempre está investigando y probando recetas nuevas. Ya hace tiempo que encontró esta, no sé si en internet o en uno de los muchos libros y revistas de cocina que tiene, y desde entonces ha sido casi una constante en su nevera. A mí me encanta el sabor agridulce de esta mermelada, ese color rojo tan brillante, y lo bien que combina con queso, que es una de mis debilidades. Así que he decidido que esta receta debería aparecer en este blog, sí o sí.



Necesitarás:

  • Dos pimientos muy rojos, grandes
  • Un poco menos de un vaso de vinagre de manzana
  • Un vaso de azúcar

Cómo preparar esta mermelada de pimientos rojos:

Lava los pimientos y córtalos en trozos pequeñitos. Ponlos en una cacerola, añade el vinagre y el azúcar, y remueve para mezclar bien los ingredientes.

Si trocear los pimientos te parece un rollo, piensa que también puedes usar un robot de cocina. En ese caso, rompe los pimientos en trozos, añade el vinagre y pícalo todo junto hasta que obtengas una mezcla con la textura deseada. Yo personalmente prefiero que quede con trocitos, las mermeladas que son completamente homogéneas me dan la sensación de ser más artificiales, pero es una cuestión de gustos. Después sólo tienes que llevar la mezcla a la cacerola, añadir el azúcar y remover para mezclarlo todo.

Mantén la mermelada a fuego lento durante un par de horas, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo. No le pongas tapadera, porque lo que queremos es que el vinagre se evapore lentamente. Para saber cuándo puedes dejar de cocinar, comprueba la consistencia de la mezcla (aunque debes tener en cuenta que la mermelada caliente es más líquida que la mermelada fría). También puedes probar un poquito, con cuidado de no quemarte, para ver si todavía sabe demasiado a vinagre. Si es así, deja que se cocine un rato más.

Como dije antes, esta mermelada combina especialmente bien con queso. Puedes usar un poco de queso de untar, por ejemplo, o con un queso de oveja viejo, como el de la foto. Pero también lo puedes untar directamente sobre el pan, mantequilla, o un poco de paté.

¡Que lo disfrutes!

jueves, 28 de julio de 2011

La ventana del Filet Stück


Para todos esos amantes de la carne, el Filet Stück puede ser una visita obligada. A medio camino entre una carnicería y un restaurante, ofrece un ambiente pintoresco para tomar un filetón. En realidad no puedo hablar de la calidad de la comida ahí, porque todavía no he ido (pero está en mi lista). Lo que me ha encantado de este sitio es la combinación de esas enormes lámparas de cristal con la vitrina para la carne cruda al fondo. Pasaba por delante de la ventana y no pude evitar pararme para hacer una foto.