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sábado, 20 de agosto de 2016

Pan de plátano y chocolate

Este pan dulce está tan rico que mientras probaba el primero que hice inmediatamente me puse a hacer recuento de ingredientes para ver si me daban para un segundo. Porque está feo preparar un bollo para el desayuno del fin de semana y que cuando tu parte contratante llegue a casa quede apenas la mitad. Bueno, eso y que con la excusa de la lactancia no me corto un pelo.

En mi defensa diré que de hecho ahora peso seis kilos menos que antes de quedarme embarazada, y que acabo de hacer unos análisis de sangre y mi doctora me ha felicitado por los buenos resultados. Además, durante los primeros tres meses de lactancia los plátanos han sido un componente importante de mi dieta nocturna (se pueden transportar fácilmente, se pelan con una mano, se comen en un pispás, sacian bastante y dan energía a corto plazo, todas características muy ventajosas para una madre primeriza recién salida del horno). Pero ahora que mi bollito me da un poco más de tregua por las noches, se me habían acumulado unas cuantas bananas que estaban amenazando con criar mosca de la fruta al máximo de su potencial.

Como veis no me faltan razones para justificar mi vicioso comportamiento.

La receta es una variación del crackly banana bread de smitten kitchen eliminando sirope, especias, y añadiendo trozos de chocolate. Se prepara en un santiamén, usando un sólo bol, y sin batidora. Frío está bueno, caliente es una maravilla a medias entre un bizcocho y un pudding.

Yo os lo cuento. Vosotros veréis qué hacéis con la información.

Pan de plátano y chocolate:

-> Precalentar el horno a 180 °C
-> En un bol grande poner:

    3 bananas grandes y muy maduras, peladas y cortadas en trozos

-> Aplastar con un tenedor de modo que quede una pasta con grumos

-> Ir añadiendo y mezclando con el tenedor:

  + 1 huevo
  + 80 g aceite de girasol
  + 80 g azúcar morena
  + 5 g (1 cucharadita) esencia de vainilla
  + 7 g (1/2 sobre) levadura en polvo
  + 1/4 cucharadita sal
  + 180 g harina de trigo integral
  + 100 g chocolate sin leche cortado en trozos

-> Verter en un molde y hornear (unos 40 minutos)

domingo, 19 de junio de 2016

Cosas que nadie me contó sobre la maternidad (6)

Cuidar de un lactante es un trabajo 24/7 que consume tu energía física y tu estabilidad emocional.

Es un esfuerzo que nadie te reconocerá.

Es más, es un esfuerzo por el que te penalizarán en tu carrera profesional.

Esto lo había leído/oído antes, claro, pero sólo ahora lo comprendo.

sábado, 18 de junio de 2016

Cosas que nadie me contó sobre la maternidad (5)

Mi abuela siempre me ha dicho "Los hijos dan mucha alegría, pero se sufre mucho por ellos". Y qué razón tiene. La primera vez que te miran haciendo pucheros y llorando lagrimones tienes que contenerte para no echarte a llorar tú también. Después no te queda más remedio que acostumbrarte, insensibilizarte un poco, porque los pucheros y lagrimones ocurren a menudo. Lo que va aumentando en variedad es el número de motivos. Y eso resulta mucho más duro: enfrentarte cada vez al reto de no saber (y probablemente no llegar a saber nunca) qué es lo que le hace daño, pero buscar una solución no obstante.

La maternidad es una mezcla de felicidad y terror.

domingo, 12 de junio de 2016

Cosas que nadie me contó sobre la maternidad (3)

Los bebés son seres muy raros. Dan miedo.

Dan miedo las fontanelas, que proporcionan acceso al cerebro, y que se hinchan y deshinchan levemente dependiendo de cuánto ha comido el niño en cuestión.

Da miedo la cabezota, que se supone debemos sujetar siempre para evitar lesiones terribles, y que ellos se empeñan en lanzar en todas las posibles direcciones, como despreciando el más básico de los instintos de supervivencia.

Dan miedo los variados ruidos que hacen al respirar, sobre todo mientras duermen. Da miedo la falta de regularidad en el ritmo respiratorio.

Dan miedo los cambios instantáneos de humor: cómo pasan de gritar con máximo enojo y desesperación (esta segunda más por parte de los padres que del bebé) al silencio y la calma absolutos, acompañados de una mirada que querría expresar el desconcierto mismo. "Qué ha pasado? Por qué me miras así? Yo no sé nada!"

Da miedo lo pequeños y frágiles que son sus cuerpos, parece que vayan a romperse con sólo mirarlos. Y sin embargo resisten.

Cosas que nadie me contó sobre la maternidad (2)

Los hijos son de las madres. Sobre todo si se opta por la lactancia como modo de alimentación.

Es obvio que la teta no se puede compartir. Eso conlleva que necesariamente es la madre quien hace las guardias nocturnas. Y no vas a despertar al padre sólo para que cambie el pañal. De todos modos él vuelve al trabajo pronto, casi mejor que duerma en la otra habitación para que el llanto del bebé no le moleste.

Y así, antes de darse cuenta y sin importar lo feminista que sea, la madre se ha quedado sola con una criatura colgada del brazo que necesita alimento cada par de horas y atención constante.

Cosas que nadie me contó sobre la maternidad (4)

He echado cuentas y actualmente paso entre 8 y 10 horas al día dando el pecho.
Visto así, no me parece ningún lujo que el estado alemán me siga pagando un sueldo: realmente esto es un trabajo a tiempo completo.

martes, 24 de mayo de 2016

Cosas que nadie me contó sobre la maternidad (1)

De todas las recetas que he publicado o pensado en publicar en este blog, sin lugar a dudas la mejor es la de este bollito berlinés relleno de crema de leche. Me ha llevado varios meses de trabajo intenso, cierto es, pero vosotros me diréis si el resultado ha valido la pena o no.

Es el principio de una nueva aventura para esta mandarina en Berlín, y me apetece compartir mis impresiones y experiencias sobre ser madre primeriza en esta ciudad que, después de casi siete años, ya es mi ciudad pero a la par sigue siendo extranjera. Manteniendo el optimismo, espero en los próximos meses recuperar algo de tiempo para los fogones y alternar la publicación de recetas y de opiniones.