Tengo el blog abandonado. Se me ha llenado de polvo y pelusas, y hay también esas bolas de matojo seco rodando de un lado a otro de la habitación, como en las pelis del oeste. Mi excusa es que vuelvo a estar bastante activa: a finales de este mes es la evaluación bianual del Instituto en el que trabajo, y tengo que hacer muchas cositas, cumplir deadlines, y demás. Por si fuera poco, me he apuntado a clases de alemán, dos veces en semana, así que en general ando liadilla. He estado cocinando, por supuesto, experimentando un poco con recetas nuevas, e incluso tengo fotos. Me he propuesto ser buena y poco a poco ir escribiendo los resultados aquí, en este cuaderno de laboratorio. Así que espero que sepáis perdonarme :)
Los viernes solemos salir a cenar fuera, como una especie de premio por haber terminado la semana. Pero este viernes estábamos tan cansados que ni ganas de poner un pie en la calle había. Así que abrí la nevera para ver qué tenía que se pudiera comer: berenjenas, huevos, tomatitos, gorgonzola... En definitiva, alimentos que suelen constituir mi fondo de armario en la cocina, porque son muy ricos, muy mediterráneos y se encuentran en cualquier supermercado, también aquí en Berlín. Y mientras hablaba con mi madre por teléfono, en un ratito y usando casi sólo una mano, monté este pastel de berenjenas, así de fácil es, pero más rico queda.
He usado (para dos raciones):
- Una berenjena grande
- 12 tomatitos cherry
- 3 huevos
- 100 g de queso gorgonzola
- media cebolla pequeña
- un diente de ajo
- una gotita de aceite
- sal
Cómo preparar este pastel de berenjenas y gorgonzola:
Precalentar el horno a 220 ºC.
Lavar la berenjena y cortarla en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor. Cubrir la rejilla del horno con un papel para horno, poner las rodajas encima y asar durante unos 10 o 15 minutos, hasta que la superficie de la berenjena tenga un color ligeramente dorado y al pincharla con un tenedor esté tierna. En ese momento, sacar la berenjena y bajar la temperatura del horno a 180 ºC.
Mientras se asa la berenjena, cortar la cebolla en juliana y picar el ajo, y sofreírlos en una sartén con un poquito de aceite. Reservar.
Lavar los tomatitos y cortarlos por la mitad. Cortar el gorgonzola en daditos. Batir los huevos.
Engrasar una fuente para horno con un poco de mantequilla. Cubrir el fondo con rodajas de berenjena. Poner encima la mitad de los tomatitos, un poco de cebolla y ajo, y la mitad del queso. Volver a cubrir con berenjena, presionando un poco con las manos para que todo se compacte, y repartir el resto del queso, cebolla y ajo, y tomate. Para terminar, verter el huevo batido y mover un poco la fuente, inclinándola, para que se reparta bien entre todo el contenido.
Hornear durante unos 40 minutos, hasta que el huevo haya cuajado, y justo al final, poner el gratinador para dorarlo por arriba. ¡Buena cena!
Que buena pinta!!! Te lo copio y le añadiré unas rodajitas de patata semifrita de mi huerto.
ResponderEliminarGracias por la receta