Lo confieso: a veces voy al KaDeWe sólo por el placer de pasear por su planta gourmet cotilleando todas esas delicias que exponen ahí... mmmmmm! La verdad es que mirando una comida exquisita disfruto casi tanto como comiéndola.
Hace un par de días estaba investigando la sección de especias cuando me encontré con esto:
Polvo de remolacha y polvo de espinacas. En realidad no son especias, porque no tienen ningún sabor específico, sino que más bien se usan como colorantes para pastas y otros platos. ¿No son unos colores preciosos? Se me están ocurriendo varias maldades que perpetrar con estos polvitos...
Varios pensamientos en cadena más tarde, me acordé de otro polvo vegetal: el polvo de espárragos presentado hace un par de semanas por Bubble Food, una compañía de Londres que ofrece cáterins de cocina molecular para eventos. La particularidad de este polvo es que el cliente no debe comerlo, sino esnifarlo. Parece ser que el polvito de marras se sirve como si se tratase de cocaína, incluyendo una tarjeta, un espejo y un billete (falso) de 100 dólares.
Por otra parte, Dominique Persoone, en Bélgica, ha inventado un disparador de chocolate para esnifar cacao, lo cual parece ser que maginifca la experiencia de su sabor y su olor.
Dejando a un lado la controversia y la discusión sobre si estos son ejemplos de inocentes diseños gastronómicos o una glamourización de las drogas, yo me pregunto, ¿de dónde viene toda esta obsesión por esnifar? Claro que el aroma de un alimento es muy importante pero, ¿cuándo empezamos a comer por la nariz?
When did we NOT eat through our nose? Isn't that where it all starts? "mmmm, this smells good!" sounds familiar, yes? This is just pushing it to its "logical" conclusion. >:)
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