El verano berlinés tiene algo de melancólico. La sensación de que estos días de calor a finales de agosto son un regalo que no sabes cuánto va a durar, pero a ciencia cierta será poco. Sentarte en la terraza a beber una cerveza mientras esperas la tormenta, mientras oyes la comida borbotear en la cocina. Recordar cómo era tu vida anterior, o mejor dicho, revisar los planes que hiciste, y convencerte una vez más de que no haberlos cumplido no ha sido culpa tuya, y de que la decisión de cambiar de trayectoria profesional es la mejor que podías haber tomado dadas las circunstancias. Descubrir que te has pelado el dedo dándoles vuelta a los calabacines. Ach Eli, algún día conseguirás no quemarte cocinando. Mientras tanto, recuerda todo lo que has aprendido de tu director de tesis, ese sevillano de corazón inmenso y moral férrea que incluso ahora te escribe para apoyarte, y que te enseñó tantísimas cosas, sólo algunas sobre química. Mira cuánto has crecido yendo de su mano y siéntete agradecida. Y recupera fuerzas con estos calabacines, porque estás a punto de empezar una nueva etapa, y las vas a necesitar.
Esta receta es mi versión de los zucchine ripiene de La Zuccheriera.
Ingredientes (para 4 raciones):
- 1 cebolla
- 1/2 pimiento
- 3 dientes de ajo
- 500 g de tomate triturado
- 500 g de carne picada, mezcla entre cerdo y ternera
- 1 huevo
- 50 g de queso rallado tipo parmesano
- 4 calabacines de buen tamaño (los míos pesaban más de 1 kg en total)
- aceite
- sal, azúcar, orégano, tomillo, nuez moscada
- agua, leche, pan rallado
Preparación:
Picar finamente la cebolla, el pimiento y un diente de ajo. Ponerlos con sal en una cacerola donde habremos calentado un par de cucharadas de aceite, a fuego medio y tapado, para que no se doren. Cuando el sofrito esté hecho, añadir el tomate triturado, medio vaso de agua, una cucharadita de azúcar, orégano y tomillo. Seguir cociendo a fuego medio o lento, tapado.
Mientras tanto, en el procesador de alimentos poner la carne picada (mezcla de cerdo y ternera), dos dientes de ajo picados muy fino, el huevo, el queso rallado, sal, nuez moscada y una cucharada de leche. Picarlo todo junto durante unos minutos, hasta que quede muy homogéneo. Si lo preferís, se puede mezclar todo con las manos.
Lavar los calabacines y quitarles el pedúnculo y la base. Cortarlos en trozos de entre 5 y 10 centímetros de largo. Con la punta del cuchillo, vaciar cada trozo sin llegar a atravesarlo (que quede una cavidad, pero también una base).
Calabacines vaciados, la mitad ya rellenos de carne
Rellenar los calabacines con la carne picada y posarlos sobre pan rallado por la parte de la carne. Poner un par de cucharadas de aceite en una sartén y freír los calabacines durante un minuto o así por la parte de la carne, lo suficiente como para que se doren.
Con el resto de la carne hacer albondiguitas.
Poner los calabacines rellenos, las albondiguitas y los trozos de calabacín que hemos sacado al vaciarlos en la cacerola con la salsa de tomate. Tapar y cocer a fuego medio hasta que la piel del calabacín esté tierna.
Servir y mojar mucho pan. Que sea pan del bueno.
¡Que buenos han de estar! me la copio,gracias.
ResponderEliminarAlmazuela.